martes, 17 de marzo de 2015

El ibuprofeno, veneno para algunos riñones


Una de cada diez personas en el mundo padece algún grado de insuficiencia renal, que en España se come un 2,6% del presupuesto sanitario. Una dolencia silenciosa que en sus primeras fases no presenta síntomas: solamente da la cara cuando el fallo renal empieza a ser importante. Pueden aparecer entonces tobillos hinchados, fatiga, dificultad para concentrarse, orina espumosa o disminución del apetito. Si la enfermedad progresa hasta el último estadio, los riñones dejan de funcionar y los pacientes necesitan un tratamiento renal sustitutivo, ya sea diálisis peritoneal, hemodiálisis o trasplante.
En nuestro país, más de cuatro millones de personas padecen algún grado de la enfermedad; de ellas, unas 600.000 están en una fase avanzada. Afecta ligeramente más a los hombres que a las mujeres (55%-45%) y la edad media de inicio se sitúa en los 66 años, aunque se puede presentar en cualquier momento. Los expertos destacan que la prevención es clave; "también la detección precoz, para que, en la medida de lo posible, la insuficiencia renal no progrese", explica a GACETA.ES Roberto Martín, director médico de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo.

Un problema que afecta a todo el cuerpo

La diabetes y la hipertensión son los principales factores de riesgo de una enfermedad que afecta al equilibrio y buen funcionamiento de todo el cuerpo. El sedentarismo y la obesidad también tienen su papel, por lo que "la prevención pasa por la práctica de ejercicio físico, evitar el sobrepeso y una alimentación saludable", según el nefrólogo. Mantener una ingesta de líquidos adecuada y un correcto nivel de azúcar en sangre, no fumar y vigilar la tensión arterial son otros hábitos que se deben cuidar. Además, el experto destaca "el peligro de la automedicación de determinados fármacos, especialmente antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno": "Pueden ser veneno para los riñones de personas con afectación renal".
Identificar el problema en los estadios iniciales es fundamental. Y fácil: basta un análisis de sangre y de orina. "Tenemos que ser conscientes de la importancia que tienen los riñones en nuestra salud. Lo recomendable es hacer las pruebas desde los 20 años, pero es muy importante que todos los adultos se las hagan a partir de los 50". Una alteración de los resultados nos pondría sobre la pista de que algo no va bien. De esta forma, la detección precoz ayuda a prevenir o retrasar, en muchos casos, el avance de la enfermedad hacia un estadio avanzado en el que el paciente requiera tratamiento renal sustitutivo, fase en la que se encuentran actualmente unas 50.000 personas en nuestro país: un 50% están trasplantadas; un 45%, en hemodiálisis; y un 5%, en diálisis peritoneal.
De acuerdo con el doctor Martín, "la insuficiencia renal está razonablemente bien tratada en España. Las demandas están perfectamente cubiertas y hay un buen nivel de donación de órganos. Pero podríamos estar mejor, por ejemplo, promocionando el trasplante de personas vivas", que actualmente supone un 15% del total. Cuando el tratamiento pasa por la diálisis, esta puede realizarse en el domicilio (diálisis peritoneal; todos los días) o en hospitales o centros especializados (hemodiálisis; tres días a la semana durante cuatro horas). El impacto que suponga en la vida de la persona "dependerá de la progresión previa que haya experimentado la enfermedad y de la susceptibilidad individual". Lo recomendable es que el paciente "llegue a diálisis lo más programado posible", algo que dependerá de cómo se hubiera comportado la enfermedad hasta ese momento.
Coincidiendo con el Día Mundial de los Riñones -que se celebra cada año el segundo jueves de marzo- y la campaña #YoCuidoMisRiñonesYTú, la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo recuerda las numerosas funciones de estos órganos en nuestro cuerpo: limpian los residuos de la sangre; participan en la producción de glóbulos rojos, la conservación de minerales y el equilibrio interno del agua; retienen elementos fundamentales y ayudan a controlar la tensión arterial, así como a mantener los huesos fuertes, la composición de la sangre y el pH. Funciones, en definitiva, que hace de los riñones aliados silenciosos de la salud.