Una divertida y original forma de hacer turismo es acampando en la playa. Disfrutando del Sol, la arena y veinticuatro horas de la fresca y renovadora brisa del mar, seguramente ya puedes imaginarte.
¿Por qué acampar en el playa?
Esta práctica tiene un gran encanto: permite gozar del baño durante el día, de una bella puesta de Sol en el horizonte al atardecer y del nacimiento de un nuevo día mientras en la orilla, el agua se mece suave y moja los pies.
Si bien no puedes acampar en cualquier playa así como así, hay muchas en las que ello está permitido y otras tantas lo suficientemente desiertas como para que la prohibición no sea un impedimento.
La playa es el camping natural ideal para aquellos que se preocupan de los insectos y los animales en general, ni hablar para aquellos que buscan la serenidad y el relax de un agradable sueño nocturno acompañado de la brisa y el ruido del mar.
Escoger la playa adecuada
El primer consejo y quizá el más importante de todos, es asegurarse de que en la playa elegida para acampar no esté prohibido realizar acampadas, de lo contrario, el campamento podrá ofuscarse fácilmente. Es común que en algunos países, determinadas regiones o localidades se prohíba esta práctica en sus playas, lo que podría ocasionarles una sanción y como mal menor, un cambio inesperado de planes en sus proyectos.
Por eso es importante averiguar cuáles son las normativas de la playa en la que se piensa acampar o de lo contrario, buscar una playa bien aislada, donde sepas que por más que no esté permitido acampar en ella, nadie vaya a intentar quitarte de allí.
Siempre tener en cuenta el clima
Aunque sea temporada estival, aunque la temperatura sea muy elevada y durante el día te la vayas a pasar todo el tiempo en el agua, siempre ten en cuenta el clima. La playa es un lugar muy peculiar en cuanto a esto y cuando llegue la noche, junto al mar y a la intemperie del viento oceánico, la temperatura puede ser realmente fría.
Por eso, no está de más que junto a la ropa de temporada lleves algún pantalón vaquero y una prenda de manga larga para la parte superior. Créeme, mejor prevenir que remediar.
Cuidado con el Sol
El Sol, que tanto aporta para la vida de nuestro planeta, puede convertirse en un terrible enemigo si no se toman las precauciones adecuadas. Asegúrate de que en todo momento puedas beber agua fresca o lo necesario para protegerte de una deshidratación.
No te expongas demasiado al Sol y ni hablar del uso de protección solar. Así que recuerda: protector y agua todo el tiempo.
Ubicar bien el campamento y ser precavido
Un buen consejo es tener la precaución de instalar tu campamento lo suficientemente alejado del agua como para que no te sorprenda la marea o el fuerte oleaje, dando al traste con tus prendas secas, alimentos y demás artículos.
Otro importante consejo es no confiarse con el mar, aunque seas un excelente nadador. A la hora de darse un baño, siempre debes ir acompañado.